Cuando comienzas a asesinar las sombras…y el reflejo en el espejo se refracta y transforma tu rostro en mi rostro, cuando mirando el horizonte en el balcón, con la gris noche asomándose, y las pequeñas estrellas en el pavimento ilumina, y el susurro no hace que tus cabellos leviten en lo efímero, y escapando entre verdades y mentiras te encierras en el vaporoso callejón de miradas y estruendos.
Cuando los barcos se pierdan embullados por el sol y nubes, y aquella pequeña mirada queda sobre un monte mirando más allá de su conciencia…en un pequeño instante te logras ver, ver junto a una ventanilla redonda y sin mas allá que el acá, y llora sobre tu lecho la pena, y la muerte comienza rondar en tu camino, qué mas queda, que el poeta loco y su canción.
1 comentario:
¡Buff!¡Qué hermetismo! Me ha costado, la verdad, pero se intuye que aún hay sombra en el alma,¿cierto?
Que no dure para siempre...
¿Un abrazo más que un simple saludo?
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